IIª República Española: España contra los invasores fascistas


Segunda República Española

 Parte III. España contra los invasores fascistas 

 #1. Las políticas del Frente Popular durante la Guerra

● 1. Creación del Ejército Popular Español

El 20 de julio de 1936, por iniciativa del Partido Comunista, se creó el Quinto Regimiento, un cuerpo militar, compuesto principalmente por voluntarios, y voluntarias, y parte de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (el MAOC, un grupo de presión que formaba parte del espíritu revolucionario español de aquellos años). El 22 de enero de 1937, el Quinto Regimiento se integró en el Ejército Popular Español, recién creado. Su creación fue clave para la resistencia del pueblo español contra el fascismo.

El presidente Juan Negrín con el Ejército Popular Español


● 2. Nueva Reforma Agraria

Llevada a cabo por el comunista Vicente Uribe, quien sería ministro de Agricultura desde el 4 de septiembre de 1936 al 6 de abril de 1939, esta reforma abolía los latifundios en la zona controlada por la República Española. Unos 46.896 latifundios, que abarcaban unas 4 millones de hectáreas de tierra fueron expropiados sin indemnización y entregados al campesinado. El gobierno invirtió 200 millones de pesetas en fertilizantes y otros materiales agrícolas para los campesinos. La colectivización de la tierra era ampliamente esperada, y, por lo tanto, recibió un gran respaldo por parte de los campesonos. Se les concedieron créditos y dieron semillas, herramientas y fertilizantes para llevar a cabo sus labores.

Vicente Uribe

● 3. Nacionalización de facto de la industria

El 23 de febrero de 1937, el Ministerio de Industria, llevado por el anarquista Joan Peiró, promulgó un decreto mediante el cual se autorizaba al gobierno a intervenir y tomar el control de los complejos inudstriales. El objetivo era centralizar y poner la industria española al servicio de la guerra, y terminar con el caos que había existido a comienzos de la contienda.

Joan Peiró

● 4. Educación popular

El Ministerio de Instrucción Pública, liderado por el comunista Jesús Hernández, destinó alrededor de 147 millones de pesetas a la educación y llevó a cabo una gran cruzada contra el analfabetismo. Incluso en las trincheras: se crearon las Milicias de la Cultura, y se establecieron unos 2.000 colegios que acogieron a 200.000 soldados (hombres y mujeres, en el Ejército Popular había ambos). En el otoño de 1936 se abrieron además 10.000 nuevos colegios y se fundaron los Institutos de Trabajadores, para proporcionar acceso a la cultura a cualquier español o española, independientemente de su situación económica. Estos institutos acogían a los trabajdores y sus hijos por igual, de 15 a 35 años. El arte y la literatura se expandieron a las masas, realizando representaciones artísticas e imprimiendo un vasto númro de obras literarias.

Clase de alfabetización de la 21ª Brigada Mixta, 1937

Jesús Hernández

● 5. Reforma sanitaria

Debido a las necesidades de la guerra el Ministerio de Salud y Asistencia Social, liderado por la sindicalista anarquista Federica Montseny (quien, además, fue la primera mujer en formar parte de un gobierno en la historia de España, desde noviembre de 1936 a mayo de 1937),  se centró principalmente en los hopsitales militares y los servicios de evacuación para los heridos. Se llevaron a cabo varias campañas de vacunación, evitando así numerosas epidemias (en la zona controlada por los fascistas, las epidemias eran frecuentes). En lo que respecta a la sanidad civil, se prestó especial atención a la protección de la infancia, abriendo numerosos dispensarios infantiles y para la protección de la madre. Además, el Estado se encargaría de la alimentación del hijo durante 2 años posteriores al nacimiento. Los hospitales se abrieron para todo el mundo, suprimiéndose por primera vez en España las plazas de pago. Todos los hospitales y centros de salud pasaron a estar bajo control de la Subsecretaría de Sanidad.

Federica Montseny

 #2. Apoyo internacional a España contra el fascismo

 1.- Rusia

La primera aliada de España durante la guerra de 1936 a 1939 a la que hay que hacer mención es a la Rusia soviética, liderada por aquel entonces por el presidente Iósif Stalin, pues fue la única nación europea que acudió en ayuda de España cuando los militares traicionaron su promesa de lealtad a la Nación, dieron el golpe de Estado y le abrieron las puertas del país a las Potencias del Eje. 

Cartel soviético mostrando apoyo a la República de España

En los primeros diez meses de la guerra, la Rusia soviética no perdió un minuto en enviar ayuda a a la España republicana. Se enviaron grandes números de armas, instructores militares, vehículos de combate, pilotos y personal de apoyo. Se abrieron centros de entrenamiento militar soviéticos para jóvenes pilotos españoles y los mejores instructores rusos se pusieron a disposición de los jóvenes aviadores españoles.

Aunque en los primeros meses los equipos militares no eran muy buenos, en cuanto se pudo, Rusia envió la más reciente generación de aviones y tanques militares, 648 y 347, respectivamente, y posteriormente las versiones actualizadas de los mismos, como el caza Polikarpov I-16 (los "moscas") o el tanque rápido BT-5, así como 60 vehículos blindados, 1.186 piezas de artillería, 340 morteros, 20.486 ametralladoras, 497.813 fusiles, 862 millones de cartuchos, 3,5 millones de proyectiles, 110,000 bombas de aviación y 4 bombas torpedo, todo ello pagado con el oro del Banco Central Español (que, lógicamente, el gobierno del Frente Popular tenía plena legitimidad para utilizar, pues era un gobierno democráticamente electo por los españoles).

Entre el octubre de 1936 y el otoño de 1937, los soviéticos esperaban una victoria rápida de la Segunda República. Rusia no tenía ningún interés en un triunfo de las Potencias del Eje en España - con dos régimenes hostiles en Europa ya tenía suficiente.

A mediados de noviembre de 1938, el presidente del Gobierno español Juan Negrín envió Ignacio Hidalgo de Cisneros, jefe de las Fuerzas Aéras Españolas (republicanas), a Moscú, con una carta en la que solicitaba una enorme cantidad de armamento: 250 aviones, 250 tanques, 650 cañones de artillería y 10.000 metralletas, entre otros materiales. 

El presidente Stalin recibió a Hidalgo de Cisneros, y aceptó la petición, poniendo rumbo a España de inmediato un carguero una cantidad de armas valorada en 55 millones de $. El barco siguió la ruta del Mar del Norte, y desembarcó en Francia. Por desgracia, debido a las dificultades que puso el gobierno francés de Édouard Daladier, para su tránsito a territorio español, esas armas no pudieron ser utilizadas nunca por la República Española, debido a la ofensiva fascista sobre Cataluña. 

Entre 1937 y 1938, más de 50,000 niños y niñas españoles fueron evacuados, enviados lejos de la guerra. 2.900 de esos niños, de entre 5 y 15 años, fueron destinados a Rusia. En esos años, cuatro expediciones diferentes salieron de los puertos españoles hacia la URSS, principalmente de Euskadi y Santander (ya tomadas por los fascistas, debido a la traición de Santoña del PNV). A su llegada, los niños españoles alzaron los puños y mostraron alegría y entusiasmo. Fueron cálidamente bienvenidos por el pueblo ruso, y enviados a 16 refugios infantiles, 11 en la RSFS de Rusia y 5 en la RSS de Ucrania, con unas condiciones bastante cómodas, que, por desgracia, debido a la guerra no tenían en España.  

Muchos de esos 2.900 refugiados, unos 700 (mujeres y hombres, por igual), los más mayores, se terminaron alistando como voluntarios para ayudar al Ejército Rojo a derrotar a los Nazis en Rusia, Polonia, Checoslovaquia, Rumanía y Hungría. La Cuarta Compañía fue la principal brigada. Más de 200, 75 de los cuales siendo parte de los niños de la guerra, como Rubén Ibárruri, el hijo de la Pasionaria, perdieron sus vidas en combate, pero están lejos de ser olvidados, al menos en Rusia, y son considerados héroes de la URSS. En el año 2000, se inauguró en el Parque de la Victoria de Moscú un monumento a su memoria.

En 1957, algunos regresaron y se quedaron en España; otros regresaron a España, y volvieron a Rusia, hasta que se terminó la dictadura nacional-católica de Franco; y otros, simplemente nunca volvieron, pero adoptaron la doble nacionalidad, rusa y española. Los que regresaron y se quedaron, hablaban español y conocían España como si nunca se hubieran ido.

♥ 2.- México

Y el segundo aliado de la República Española al que sin lugar a dudas hay que hacer mención es México. El presidente mexicano Lázaro Cárdenas, prácticamente desde el comienzo de la guerra, optó por enviar armamento a España, al contrario que los EEUU, bajo el mandato del presidente Franklin D. Roosevelt, quien aprobó una ley de embargo contra la República Española, dificultándole el acceso a las armas y demás equipamientos militares (mientras la petrolera Texaco y la automovilísticas Ford y General Motors comerciaban tranquilamente con los sublevados - Roosevelt se terminó arrepintiendo de haber impulsado esta ley) o la falsa neutralidad de los gobiernos francés y británico. 

El 15 de agosto de 1936, el gobierno mexicano adquirió el buque Berbère, un antiguo barco argelino de unas 1.700 toneladas. Se renombró a Jalisco, y se convirtió en clave para el transporte ilícito de armamento desde Francia a España. Sólo seis días después de su adquisición el Jalisco llegó al puerto de Alicante, con 150 morteros Brandt y 45.000 granadas de mortero. El 10 de septiembre, México le envió un nuevo paquete a España; unos 50 cañones anti-aéreos Oerlikon y 75 casquillos de proyectil. 

La firma del Comité de No Intervención el 9 de septiembre de 1936 no fue ningún impedimento para México, quien nunca se rindió en su ayuda a España. Aunque sí que se lo pusieron más difícil, en especial desde que los EEUU se unieron. 

México se enfrentó a muchas presiones por parte de EEUU (mira, esto no debería sorprender a nadie) para detener su ayuda a la República Española (mientras, como ya he dicho, la Texaco le vendía combustible a las tropas fascistas). Por ejemplo, en diciembre de 1936, una compañía mexicana adquirió unos cuantos aviones civiles, y planeó venderlos al gobierno español. Los EEUU no perdieron un minuto en promover un escándalo contra el presidente Cárdenas para que detuviera la venta.

Pero aquello no desmotivó a México para nada, y continuaron ayudando a España. Llegaron a mandar también unos 25.000 fusiles. 

Y no sólo se limitaron a la venta de armas. Al igual que Rusia, también se preocuparon por la causa humanitaria. México dio asilo a entre 20.000 y 25.000 refugiados españoles, 455 de ellos siendo los niños de Morelia, los primeros en llegar, en el verano de 1937. Muchos de los españoles que se refugiaron en México eran intelectuales (profesores, filósofos, médicos, etc), así que su llegada fue no sólo beneficiosa para ellos, pues escaparon de las garras del fascismo, sino también para los propios mexicanos.

El presidente mexicano Lázaro Cárdenas con los Niños de Morelia 

Ni que decir tiene que México, ni siquiera cuando Lázaro Cárdenas abandonó la presidencia, nunca reconoció el régimen nacionalcatólico de Franco como legítimo y siempre mostró apoyo a la República Española. Tal y como explica la historiadora argentina Clara Lida "desde la revolución mexicana en 1910, México adoptó una política exterior de respeto hacia los gobiernos legalmente constituidos, vetando aquellos contruidos de manera anti-democrática."

Pancartas vistas en el buque El Sinaia, en el puerto de Veracruz, México, 13 de junio de 1939

♥ 3. Las Brigadas Internacionales

Las Brigadas Internacionales fueron grupos de voluntarios constituidos en octubre de 1936, a comienzos de la guerra en España, formados por más de 35.000 hombres de más de 50 nacionalidades diferentes. Muchos de ellos carecían de experiencia militar, y vieron a España a ayudar a los milicianos y al Ejército Popular Español en la lucha contra el fascismo. Algunos ya vivían en España, por estudios, como los hispanoamericanos, o habían llegado huyendo del Nazi-fascismo en sus países, como los alemanes o los italianos. Y algunos habían llegado en el verano de 1936, cuando España organizó la Olimpiada Popular en Barcelona, como reacción a los Juegos Olímpicos de Hitler en Berlín.

La idea de su creación fue planteada en el verano de 1936, por el Partido Comunista Francés (PCF), entre otros. La Comintern (Internacional Comunista o IIIª Internacional), en la reunión en Moscú del 18 de septiembre, apoyó la iniciativa, y animó a todos los partidos comunistas, en especial de Europa, a reclutar voluntarios para ayudar a la República Española. Los socialistas no reclutaron, pero sí que dieron su apoyo a las Brigadas. Los primeros voluntarios llegaron el 14 de octubre. El gobierno español aprobó la creación oficial de las Brigadas Internacionales el día 22, cuando los fascistas estaban en las puertas de Madrid.

La iniciativa, en inicio, recibió ciertas objeciones por parte de otros miembros del Frente Popular, aunque finalmente las terminaron aceptando. El 15 de octubre, se creó el primer grupo de brigadistas, por los italianos Luigi Longo y Mario Nicoletti y el francés Pièrre Rebière. Dos días después esta delegación presentó la constitución de las BBII al presidente del Gobierno Francisco Largo Caballero, y el Conejo de Ministros dio su aprobación el día 22, como ya hemos visto. Su principal cuartel general se asentó en Albacete el día 14.

En total, en las Brigadas Internacionales había:

Franceses: 8.962
Polacos: 3.113
Italianos: 3.002
Estadounidenses: 2.341
Balcánicos: 2.095
Británicos: 1.843
Belgas: 1.722
Chechoslovacos: 1.066
Bálticos: 892
Austriacos: 872
Escandinavos: 799
Holandeses: 628
Húngaros: 528
Canadienses: 512
Suizos: 408
Portugueses: 134
Chinos: 100
Otros: 1,022

Brigada Thälmann (Spanienkämpfer, alemanes antifascistas) 

Lincoln Brigade

Jarosław Dabrowski Brigade

XIVª Brigada (Brigadistas chinos)

 #3. Represión y crímenes en las zonas controladas por la República Española

        Juicios y ejecuciones de Paracuellos, noviembre a diciembre de 1936

El 6 de noviembre de 1936, el gobierno republicano abandonó Madrid y se dirigió a Valencia. Las tropas golpistas estaban apenas a 400 metros de la ciudad y Madrid parecía condenada a caer en manos fascistas. La cárcel Modelo, en Paracuellos, estaba llena de presos del otro bando, entre ellos algunos funcionarios, que podían ser liberados en cualquier momento y unirse a los fascistas. El momento era increíblemente crítico y delicado. Un paso en falso podía ser fatal. Se dio la orden de sacar a los prisioneros de la Modelo. Entre Paracuellos y Torrejón de Ardoz se ejecutaron unos 2.500 prisioneros.

Santiago Carrillo, a sus 21 años, había sido nombrado Comisario de Orden Público. La propaganda franquista ha sido muy a menudo acusada de ser quien ordenó tan bárbaro crimen de guerra, y la mayoría de las miradas se centraron en él. Sin embargo, Carrillo ha negado repetidamente haber dado la orden de ejecutar a los prisioneros. En una entrevista de enero de 1977, explica que fue nombrado Comisario de Orden Público el 7 de noviembre de 1936, justo un día después de que el gobierno abandonara Madrid, y que no tuvo ninguna relación con el orden público ni con las actividades de represión. Su jurisdicción se limitaba a la ciudad de Madrid, medio sitiada ya por las tropas fascistas. Se enteró de que en la cárcel Modelo había numerosos presos fascistas, que podían ser liberados en cualquier momento, y Madrid estaría perdida. Afirma, y lo reiteró en una entrevista en julio de 2011, que su única orden fue trasladar a los presos de Madrid a Valencia. La única responsabilidad que admite es que no los protegió bien. Ni él, ni el general de la guardia José Miaja, habrían ordenado un acto tan atroz.

Como señala el historiador irlandés Ian Gibson, existía un profundo odio entre los madrileños hacia quienes habían apoyado el golpe, ya que las bombas alemanas e italianas golpeaban con fuerza la ciudad. Además del odio, había miedo: el recuerdo de lo que las tropas fascistas habían hecho en Badajoz estaba fresco en la mente de la gente, y los discursos del general Queipo de Llano en Radio Sevilla, incitando a la violencia sobre el pueblo y animando a sus mercenarios marroquíes a violar a las mujeres españolas, que se podían escuchar en toda España, no ayudaban en absoluto a disipar dicho miedo.

Gibson también señala, como ya explicó Carillo, que la orden de las autoridades republicanas fue trasladar a los prisioneros a Valencia junto al gobierno. Además, a los prisioneros se les dijo que cambiaran de bando, y que devolvieran su lealtad a la República Española, pero ellos se negaron.

        Bombardeo de Cabra, Córdoba (1938)

A finales de 1938, el alto mando de la Aviación Popular española ordenó atacar un campamento militar italiano asentado en las cercanías, a las afueras, del pueblo de Cabra, en la provincia de Córdoba, que, para entonces, ya había sido tomado por las tropas fascistas. Tres pilotos se dirigieron al Sur, para buscar el campamento militar y destruirlo.

Pero, cuando llegaron, no encontraron el campamento militar italiano. Así que, en lugar de dar un giro de 180 grados y volver a informar al alto mando y al gobierno republicano español, empezaron a buscar el campamento. Y divisaron unas tiendas de campaña instaladas en el centro de Cabra: pensaron que habían encontrado a los militares italianos. Y lo bombardearon, en noviembre de 1938.

Cabra, después del bombardeo, 1938

Recalco que las órdenes del gobierno republicano español eran atacar un campamento italiano FUERA del pueblo, no dentro. El crimen de guerra se cometió porque los tres pilotos desobedecieron las órdenes.

  • Referencias y fuentes
1.- El carácter patriótico y antifascista de los carteles del gobierno del Frente Popular:

https://cronicasdesdeelfilo.wordpress.com/2018/10/20/el-caracter-patriotico-y-antifascista-de-la-guerra-de-espana-en-carteles-y-periodicos/

Madre España, poema de Miguel Hérnandez (colección de El Hombre Acecha):

https://www.poesi.as/mh3818.htm

2.- Unión nacional de todos los españoles frente al fascismo (José Díaz):

https://inexpugnablesite.wordpress.com/2017/01/08/union-nacional-de-todos-los-espanoles-contra-los-invasores-de-nuestra-patriajose-diaz/

Comentarios

Entradas populares de este blog

Indepesadilla: El revisionismo histórico y las mentiras del nacionalismo catalán

IIª República Española: Proclamación y desarrollo

Imperio Hispánico: La historia de verdad y no babosadas anglosajonas